La casa se desarrolla en su totalidad en una sola planta lineal, cuya implantación ordena y sectoriza los distintos usos dentro de un gran terreno en zona de quintas. Se estructura a lo largo del eje longitudinal, disponiéndose los programas desde los más públicos a los más privados (cochera, hall, acceso, estudio , sala de estar, comedor, dormitorios) y transversalmente una espalda de servicios que asisten las áreas de usos (dormitorio de huéspedes, acceso de servicio, cocina, baños, vestidores, vestuario, quincho y depósito) La cubierta de tejas a dos aguas, asume mucha importancia en el énfasis de la horizontalidad y la unidad de la obra, transformándose en un elemento que logra a partir de operaciones sutiles, propone distintas escalas y jerarquías, manejando y calibrando la aparición de semicubiertos y galerías que resultan indispensables para la articulación de las partes entre sí y la relación interior exterior. El basamento y los volúmenes de pórfido, la galería, las cabriadas y cielorrasos de madera son los elementos que terminan de definir un lenguaje clásico de casa de campo.
